Tiene más proteína que la quinua y más hierro que la lenteja, productos también de origen vegetal.
En las lagunas altoandinas, a más de 3000 metros sobre el nivel del mar, existe una fuente poderosa de nutrientes. Su nombre es cushuro, considerado el alimento del futuro, pues ya está siendo voceado para las dietas de los astronautas en sus viajes espaciales.
Se trata de un alga, que también crece en los lagos y los ríos de la sierra, sobre todo en épocas de lluvias. Su variedad más conocida tiene forma de bolitas gelatinosas de 15 mm a 25 mm de diámetro, de color verde oliva, verde azulado o marrón.
Su valor nutritivo está sobre todo en su forma deshidratada, pues 100 gramos secos de cushuro contienen más proteína que la quinua (29 g versus 15 g) y más hierro que la lenteja (83.6 mg versus 7.6 mg).
Este milagro andino posee todos los aminoácidos esenciales, por lo que su aporte proteico es importante. Si bien no puede compararse con el de las carnes, el cushuro puede ser su sustituto en algunas ocasiones al acompañarse de otros alimentos, con el fin de lograr el consumo de menos proteínas de origen animal que siempre están acompañadas de grasas no saludables.
Como tiene un sabor neutro, el cushuro puede ser consumido en platos de fondo, ensaladas o postres. Además, por ser económico, existen ya diversas iniciativas públicas y privadas para fomentar su preparación en potajes deliciosos como el picante y el cebiche, así como en tortillas, galletas y mermeladas.
Ante el inicio del año escolar, el Programa Nacional de Alimentación Escolar Qali Warma recomienda a las madres y padres de familia, así como a sus apoderados, introducir este producto en el menú de sus hijas e hijos en edad escolar, pues sus bondades han sido respaldadas por diversas investigaciones nutricionales.
