Hasta 7 de junio se han registrado 203 muertes, entre confirmadas y probables.
A nivel nacional se registran 132 237 casos, de los cuales 24 027 corresponde a niñas/os de 0 a 11 años.
Ante el elevado número de personas fallecidas por dengue (203), de las cuales 16 son niñas y niños menores de 11 años, entre confirmadas y probables; así como del número total de casos y de hospitalizaciones por la enfermedad, que suman 132 237 y 1356, respectivamente; la Defensoría del Pueblo reitera, una vez más, su demanda para fortalecer la prevención y atención, y así evitar una mayor pérdida de vidas.
Al respecto, se recordó que el sistema de salud (tanto a nivel nacional como en regiones) sigue siendo frágil y, en efecto, el brote de dengue vuelve a mostrar las carencias expuestas por la pandemia del COVID-19, con una inadecuada infraestructura, déficit de personal, de oferta de camas, y la necesidad de intervenir en los determinantes sociales para garantizar una salud integral, entre otros aspectos.
En dicho contexto, la Defensoría del Pueblo remarca que la responsabilidad del control del brote y la atención recae, principalmente, en el Ministerio de Salud (Minsa) pues tiene un rol fundamental como ente rector de todo el sistema, así como en los órganos regionales. Por ello, precisó que los anuncios del avance y tendencia de la enfermedad deben hacerse con la mayor responsabilidad posible y evitar trasladar la percepción de que el momento más agudo del brote ya pasó.
A partir del trabajo realizado por las oficinas defensoriales, en particular en Piura, se advirtió que los casos no se encontraban bajo control cuando el Minsa declaró lo contrario. Esta región, al 7 de junio, concentra la tercera parte de personas fallecidas, con 64 muertes, 46 de las cuales se reportaron desde el 19 de mayo, entre confirmadas y probables y suma 39 293 casos. A la par, se advierte el incremento de casos en otras regiones del país como Lima, Cusco, Áncash, entre otras.
Para la Defensoría del Pueblo resulta determinante que las acciones se refuercen tanto en la prevención como en la atención de las personas. Es importante el control del vector y la trasmisión en los lugares donde se observa una tendencia creciente pero, en el actual escenario, también es vital el fortalecimiento continuo de los servicios de salud. Las visitas realizadas muestran que, en muchos casos, la oferta fue sobrepasada. Pese a ello, algunos establecimientos de salud en Piura insistieron en que no han recibido presupuesto para atender casos de dengue.
De otro lado, la entidad defensorial también alegó que resulta indispensable la articulación de las autoridades sanitarias con los demás sectores locales y la colaboración de la ciudadanía. La población previamente informada debe contribuir en las visitas a sus domicilios para el control larvario, seguir las indicaciones de no automedicarse y acudir a los establecimientos de salud que les corresponde.
Finalmente, la Defensoría del Pueblo precisa que este nuevo reto sanitario reafirma que garantizar la salud de las personas no depende exclusivamente de los establecimientos de salud sino de los determinantes sociales. En tanto no se resuelvan problemas de fondo, como el déficit y la falta de continuidad en el servicio de agua, el recojo y disposición adecuada de residuos e inservibles, problemas con como el dengue persistirán. Por ello, urge una respuesta integral y articulada.